APRENDIENDO A CORRER CON NUESTRO PERRO

A veces nos topamos con algunas carreras en las que nos podemos inscribir con nuestro perro y la idea de cumplir tal logro junto con nuestro compañero nos llena de emoción…hasta que nos acordamos que apenas y empezamos a dominar el poder pasear juntos, como para correr un 5k sin que ninguno de los dos muera (es una exageración, confiamos en que nadie morirá).

Antes de empezar a planear nuestro tiempo en el próximo maratón debemos de ir cumpliendo pequeñas metas, como por ejemplo:

– Asegurémonos de que nuestro perro puede correr. De acuerdo a Active.com, antes de querer ser los Forrest Gump caninos, debemos estar seguros de que es seguro y sano correr para nuestro perro. Se recomienda que no corramos con nuestro perro antes de que cumple el año y medio de edad, ya que sus huesos se siguen desarrollando en esa etapa.

Lo mismo en caso de que sea un perro de edad avanzada. Antes de empezar a correr intensamente debemos verificar con nuestro veterinario la salud de nuestro perro.

– Aprendamos a correr juntos. Si la técnica de paseo caminando ya la tenemos dominada, ya tenemos una parte del camino avanzado.

En caso de que no, entonces el primer paso es acortar la correa a que mida entre 60 y 90 cm. Si la dejamos más larga, lo más probable es que, aún corriendo, nos va a estar jalando.

De acuerdo a Health.com, nuestro brazo debe estar relajado a un lado, a la altura de su collar. La nariz de nuestro perro debería de ir tan adelante como nuestras rodillas. Podemos practicar esta distancia y posición en paseos caminando y después aplicarlos cuando empecemos a correr.

– No queramos apresurar el proceso. Una vez que empezamos, debemos de iniciar nuestros entrenamientos con distancias y velocidad accesibles. Así como una persona que no suele hacer ejercicio no puede lanzarse a correr un 5K de un día para otro, lo mismo sucede con los perros. Paulatinamente debemos ir aumentando la intensidad de los entrenamientos, empezando con 10 minutos y agregando otros 10 cada semana.

Un método práctico para poder ponernos metas para un 5K o 10K es encontrar un ritmo donde nosotros y nuestro perro nos sintamos cómodos y después eso multiplicarlo por la distancia que vayamos a querer correr. Por ejemplo, si corremos el kilómetro en 7 minutos, 5 km* 7min= 35 minutos. Entonces podemos proyectar y tener un plan de entrenamiento si cada una o dos semanas aumentamos 10 minutos a nuestra corrida, manteniendo el mismo ritmo.

perro corriendo

– Debemos detenernos para que tome agua. Evidentemente nuestro perro no nos puede avisar cuando ya no pueda por tener sed, por lo que debemos ser súper precavidos en este tema y pararnos cada 10 minutos a que tome agua. Esto implica que debemos cargar con un tipo de recipiente (plato o botella) del que pueda tomar nuestro perro, sobre todo en días soleados y/o calurosos.

– No olvidemos sus patitas. Este punto es importante sin importar en qué tipo de terreno nos guste correr. Ya que si salimos al campo, es importante estar fijándonos en que no tenga algún tipo de herida, mordedura, cortada, picada o algún otro de los posibles males que puedan pasar al aire libre. Y en caso de que corramos en la ciudad debemos poner especial atención a sus almohadillas, ya que el asfalto se puede calentar mucho con el Sol y podría quemarle las patas.

– Tengamos en cuenta el “código marrón”. A lo que nos referimos con esto, es que debemos estar preparados por si nuestro perro necesita ir al baño. Es indispensable cargar con bolsas para heces y tener en cuenta que tal vez debamos detenernos/desviarnos para deshacernos de la bolsa.

Claro que salir de casa con “el tanque vacío” hará menos probable que nuestro perro tenga que ir a media carrera, pero más vale estar preparados.

perro corriendo con sus dueños

Estas recomendaciones nada tienen que ver con forzar a nuestro mejor amigo a una actividad que no disfruta o lo pone en riesgo, mucho menos a participar en competencias y lucrar con eso.